Muchos de nosotros en cuanto nos vemos armados con una guía de viaje en las manos corremos a enseñarles a nuestros hijos qué paso aquí o allí y de quién es este cuadro o escultura, pero ¿y nuestras propias ciudades?
Un plan para disfrutar y enseñarles nuestra ciudad este fin de semana es el de subirnos a un autobús turístico de dos plantas y ver juntos nuestra propia ciudad desde otra perspectiva... hasta los adultos nos quedaremos con la boca abierta de ver la ciudad sin mirar al suelo.